Un portal educativo bien diseñado puede mejorar significativamente la experiencia del usuario de una institución académica con presencia en diferentes países y diferentes programas educativos. Al ofrecer una plataforma personalizada para que los estudiantes y profesores interactúen y colaboren, la institución puede mejorar la eficiencia en las operaciones.
Además, al estandarizar el acceso a la información, el portal puede ayudar a la institución a mantener una presencia coherente y efectiva en todo el mundo. Para lograr esto, el portal debe ser capaz de adaptarse a diferentes idiomas y necesidades específicas de los usuarios, lo que puede mejorar aún más la experiencia del mismo.